La aerotermia es un sistema basado en bomba de calor aire-agua que aprovecha la energía térmica del aire exterior para climatizar una vivienda. Mediante un ciclo termodinámico (con compresor, evaporador, condensador y expansión) transfiere calor del aire exterior al circuito de calefacción interior, o viceversa para refrigeración. Esto permite obtener calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS) a partir de energía renovable ambiental.
Un aspecto clave es su alta eficiencia: por cada 1 kWh de electricidad consumida, la bomba de calor puede entregar entre 3 y 4 kWh térmicos. En otras palabras, alrededor del 75% de la energía aportada es gratis, extraída del aire, y solo el 25% proviene de la red eléctrica. Este rendimiento (COP 3-4) contrasta con sistemas tradicionales donde 1 kWh de energía primaria genera <1 kWh de calor. Gracias a ello, la aerotermia ha sido reconocida por la UE como energía renovable por su contribución a la reducción de consumo fósil.
Cambio caldera de gasoil por aerotermia: eficiencia, emisiones, costes y mantenimiento
Las calderas de gasóleo han sido comunes en entornos sin gas natural, pero presentan limitaciones frente a la aerotermia en varios aspectos clave. A continuación se compara técnicamente una bomba de calor aerotérmica con una caldera de gasoil en rendimiento, sostenibilidad, costes y mantenimiento:
Eficiencia energética y rendimiento
La eficiencia estacional (SCOP) de la aerotermia suele ser ≥4 (400%), muy superior al ~90% de una caldera de gasoil moderna. Es decir, una bomba aerotérmica entrega hasta cuatro veces más energía útil de la que consume en electricidad, mientras que una caldera convierte en calor solo el poder calorífico del combustible (nunca supera el 100% del input). Por ejemplo, SCOP = 4 implica que con 1 kWh eléctrico se obtienen 4 kWh de calor, algo imposible en sistemas de combustión. En condiciones reales, las bombas de calor aire-agua logran COP medios de ~3,5-4,5 frente al COP ~0,85-0,95 de calderas de gasóleo incluso bien ajustadas. Esta diferencia de rendimiento se mantiene incluso con el paso del tiempo, pues la eficiencia de la aerotermia apenas decae si se mantiene correctamente, a diferencia de las calderas cuyo rendimiento puede degradarse por hollín o desajustes.
Otra ventaja es que el rendimiento de la aerotermia puede mejorar con integración renovable: si la electricidad proviene de fuentes renovables (e.g. fotovoltaica), la eficiencia global y la huella de carbono mejoran aún más.
Emisiones y sostenibilidad ambiental
La aerotermia no produce emisiones directas en la vivienda, al no haber combustión local. En cambio, una caldera de gasoil quema combustible y emite CO₂ (aprox. 2,6 kg de CO₂ por litro de gasóleo), además de otros gases contaminantes, humos y partículas de hollín. Esto implica que la huella de carbono de la aerotermia es mucho menor que la de cualquier caldera fósil. Incluso considerando la generación eléctrica, el mix energético cada vez más renovable reduce progresivamente las emisiones indirectas de las bombas de calor.
Además, la aerotermia evita riesgos ambientales asociados al gasóleo: derrames en depósitos, malos olores por combustión incompleta y residuos como cenizas o lodos de fuel. Europa apuesta por descarbonizar la climatización, prohibiendo subsidiar calderas de gasóleo desde 2025 y planteando su eliminación hacia 2040. En contraste, la instalación de aerotermia suele ser incentivada por su contribución a los objetivos climáticos. Por todo ello, en sostenibilidad la aerotermia gana claramente: emisiones casi nulas in situ y menor contribución al efecto invernadero.
Costes operativos y ahorro económico
El coste del combustible es otro factor diferenciador. El gasóleo depende de precios del petróleo volátiles, mientras que la aerotermia consume electricidad, cuyo coste por kWh útil resulta mucho menor gracias al alto COP. En la práctica, sustituir gasoil por aerotermia puede reducir la factura de calefacción entre un 50% y un 60% anual. Por ejemplo, una vivienda que gastaba 1500 € al año en gasóleo podría pasar a gastar alrededor de 500 € con aerotermia, ahorrando ~1000 € cada invierno. El ahorro exacto depende de los precios energéticos y del aislamiento de la casa, pero siempre la aerotermia logra menor coste por kWh térmico entregado que el gasóleo. Estudios y programas oficiales confirman ahorros superiores al 60% en consumo energético al hacer el cambio.
En cuanto al coste de instalación, la aerotermia requiere una inversión inicial más alta. Una caldera de gasoil puede costar 3000-6000 €, mientras que un sistema de aerotermia (bomba de calor + tanque ACS + adaptación) suele estar entre 6000 y 15 000 € (ver sección de Costes). No obstante, las ayudas disponibles (ver sección de Subvenciones) y el ahorro en consumo hacen que la inversión se recupere en el medio plazo. Además, la aerotermia protege frente a fluctuaciones: no depende de comprar combustible cuyo precio puede dispararse invernalmente, y permite aprovechar tarifas eléctricas valle o autoconsumo fotovoltaico para reducir aún más el gasto.
Mantenimiento y vida útil
La caldera de gasoil exige un mantenimiento periódico más intenso: limpiezas anuales del quemador y del hollín en intercambiadores, revisiones de seguridad, y reposición continua de combustible (pedidos y llenado de depósito). Estas tareas implican costes de servicio técnico y molestias (olor a gasóleo, riesgo de quedarse sin combustible si no se repone a tiempo). Además, la vida útil típica de una caldera está en torno a 10-15 años, especialmente si no se mantiene bien
Por el contrario, la aerotermia requiere poco mantenimiento: básicamente revisar filtros, circuito frigorífico y bomba de circulación una vez al año, sin necesidades de limpieza de residuos ni consumibles No hay que almacenar ni manipular combustible, eliminando esa logística. La vida útil de una bomba de calor moderna supera los 20 años, gracias a que muchos compresores inverter trabajan de forma modulante y con menos desgaste. Otro aspecto es el confort: con aerotermia se evitan los arranques bruscos y ruidosos de un quemador, no hay chimenea con humo, y desaparece el riesgo de fugas de gases en casa. Todo ello redunda en mayor comodidad y seguridad para el usuario.
¿Por qué hacer el cambio de caldera de gasoil por aerotermia?
Segun la OCU la aerotermia es una bomba de calor aire-agua que aporta calefacción, refrigeración y ACS con una eficiencia muy superior a las calderas de combustión. En términos prácticos, los sistemas de aerotermia pueden ser hasta cuatro veces más eficientes que una caldera de gasóleo, lo que se traduce en menos consumo y menos emisiones.
¿Puedo aprovechar mis radiadores?
Sí. Aerotermia y radiadores son compatibles; el rendimiento es mejor con radiadores de baja temperatura, aunque puede funcionar con radiadores convencionales ajustando la curva de calefacción o renovando algunos emisores. Alternativamente, suelo radiante y fancoils maximizan la eficiencia y permiten también refrigeración en verano.
Precio orientativo de la sustitución
El coste de la aerotermia, depende de la potencia, emisores (radiadores LT, suelo radiante o fancoils), ACS y complejidad de la obra. Como referencia con equipo + instalación:
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8 kW: desde 13.478 € (compra colectiva OCU).
Incluyen visita técnica, instalación y puesta en marcha. En viviendas que exigen más obra o nuevos emisores, el rango puede subir.
Si ya tienes radiadores compatibles, algunas empresas sitúan el cambio (equipo + instalación básica) en un rango desde 8.500–13.000 € según vivienda; con suelo radiante la inversión puede elevarse varios miles de euros adicionales.
¿Cuánto se ahorra frente al gasoil?
El ahorro real depende del clima, aislamiento, potencia y temperatura de impulsión. Como ejemplo ilustrativo (vivienda 120 m² en clima mediterráneo):
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Aerotermia: ~4.500 kWh/año eléctricos (~1.300 €/año según tarifa).
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Gasoil: 2.500 L/año (3.250 €/año a 1,30 €/L).
Pasos clave del cambio
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Estudio térmico y dimensionado (potencia y emisores).
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Elección del sistema (monobloc/bibloc) y del depósito de ACS/inercia.
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Compatibilidad de emisores (radiadores LT / fancoils / suelo radiante).
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Instalación profesional y legalización, con puesta a punto (curvas y caudales).
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Ajustes de uso: termostatos por estancia y temperaturas moderadas para máximo COP.
Ayudas, deducciones y CAE
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Deducciones IRPF por eficiencia (ámbito nacional, hasta 31-12-2025 para vivienda residencial; compatibles con otras ayudas).
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Programas autonómicos/municipales y líneas activas derivadas de Next Generation (convocatorias variables).
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Posibilidad de Certificados de Ahorro Energético (CAE) que aportan ingresos adicionales por el ahorro verificado.
Consulta la disponibilidad y requisitos en tu comunidad antes de invertir.
Preguntas frecuentes
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¿Hace ruido? Las unidades actuales son muy silenciosas; la ubicación y sujeción importan. (Recomendación técnica del instalador).
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¿Y el ACS a alta temperatura? Equipos con R290 alcanzan impulsiones altas aptas para radiadores existentes y ACS sin apoyo.
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¿Sirve en climas muy fríos? Sí, con diseño correcto; el COP baja con frío intenso, pero la tecnología Inverter mantiene buen rendimiento.
Conclusiones
Hacer el cambio caldera de gasoil por aerotermia aporta eficiencia, ahorro y confort (calefacción + refrigeración + ACS) y te alinea con la transición energética. Con una inversión típica desde 10.000–14.000 € (según potencia y obra) y aprovechando ayudas y deducciones, la amortización puede ser atractiva, especialmente si ya tienes emisores compatibles o combinas con fotovoltaica. Pide un estudio personalizado: en Feccjusa dimensionamos tu caso y te damos presupuesto cerrado con las mejores opciones de emisores y control.
Imágenes: Vaillant




